En estos momentos las tecnologías de la información están en el centro de las actividades económicas, comerciales y las relacionadas sobre todo a los servicios, pero de una manera central se encuentra en el foco de una democratización generalizada de la innovación, estas innovaciones están relacionadas a los avances que la industria está teniendo, las cuales se ven reflejadas en todos los continentes y en todas las empresas.
Tenemos varios factores que influyen directamente: 1) los aspectos sociales de los cambios inminentes y fundamentales en el empleo; 2) confianza y privacidad; 3) La “Ciber-resiliencia”; 4) las políticas de seguridad, digital y la gobernanza, que son el tema que nos compete para esta edición.
El desarrollo de un internet global presenta grandes desafíos, ya que es uno de los principales contribuyentes al crecimiento de la economía global durante las últimas tres décadas. Para esto los reguladores y requirentes de información deben tomar en cuenta las preocupaciones sobre el tratamiento de los datos en plataformas, redes sociales y particularmente en la seguridad de las redes.
Mientras las principales cabezas gubernamentales continúan enfocadas en luchar con las implicaciones de las transformaciones tecnológicas, así como de la inversión en la innovación y el desarrollo que deben de tener, enfocándose en las políticas y disposiciones generales que funjan como una guía para sus estructuras organizativas.
Hoy en día existen marcos de políticas nacionales que pueden proporcionar una base para impulsar el crecimiento de la innovación, pero su efectividad se puede ver mermada al intentar adecuarla a países específicos. El principal enfoque de las políticas de seguridad para cualquier país, debe ser el brindar mayor confianza a los usuarios, así como la mejora de los servicios públicos ofrecidos.
Un caso actual en México es la implementación de políticas y disposiciones en materia de seguridad de la información, es en las tan nombradas Instituciones de Tecnología Financiera o Fintech, ya que la idea de utilizar dinero digital y realizar transferencias sin necesidad de asistir físicamente a una Institución bancaria, hasta hace una década la idea era algo remota, sin embargo, con los avances tecnológicos estas ideas se han vuelto posibles.
Hasta la fecha ninguna Fintech en México ha sido autorizada, ya que todas se encuentran en proceso de revisión de sus políticas, esto con la finalidad de proporcionar confianza y un esquema integral de servicios acorde a la seguridad y a las necesidades de los usuarios.
La política de seguridad de este sector colocó a México a la vanguardia en términos de normatividad en materia tecnológica y lo ha consolidado como un país pionero en América Latina.
